Esta semana, Thierry Baudet  —líder del partido conservador holandés, Foro para la Democracia—, tomó la palabra en el Parlamento holandés y se refirió a un estudio realizado por la Fundación Rockefeller en 2010, en el que se imaginaba un escenario en el que una pandemia mundial llevaría a los líderes internacionales a crear controles estrictos sobre la población que durarían y se intensificarían incluso después de la pandemia. Este enlace es de la Fundación RAIR y presenta el discurso de Baudet en un vídeo que fue traducido por Fousesquawk. En el mismo sitio puede encontrarse el informe de la Fundación Rockefeller para ser leído y descargado.

A continuación, el video y la transcripción del mismo, con el discurso de Thierry. Créditos por el doblaje a Rafapal y sus colaboradores.

En el año 2010, la Fundación Rockefeller —una de las más influyentes ONG del mundo—, desarrolló un informe llamado "Escenarios para el futuro desarrollo internacional". 

En este informe, la Fundación Rockefeller describe un escenario de un cierre por pasos, describe una inminente pandemia global y sus consecuencias. De acuerdo a este escenario —lo tengo aquí conmigo—, los chinos comenzarían con confinamiento; son obligatorios para todos los ciudadanos e inmediatamente clausuraron todas sus fronteras. 

Líderes nacionales de todo el mundo reforzarían su poder con leyes que limitarían los derechos y libertades, desde la obligación de llevar mascarilla a controles de temperatura, a la entrada de estaciones de tren, aeropuertos, edificios... Todo está ahí, pero esto no termina aquí. 

De acuerdo al escenario del confinamiento por pasos, hay algo más importante que nos espera. Incluso cuando la pandemia haya terminado, escriben los investigadores. 

El control autoritario y la vigilancia de los ciudadanos y de sus actividades permanecerá e incluso se intensificará, según este informe del año 2010. Incluso también insinúan confinamiento debidos al clima. Exactamente lo que están empezando a decir ahora mismo. Y cito: 

"Para protegernos de problemas que se han convertido todavía más globales —desde pandemias a terrorismo transnacional o crisis climáticas y pobreza en aumento—, los líderes de todo el mundo acumularán cada vez más poder."

El informe prevé también cómo la gente podría reaccionar a estas medidas. Justo como ahora, cuando la gente se alegra de haber sido vacunada; suben fotos de sus pinchazos a las redes sociales.

Todo está en este informe y ruegan un pasaporte COVID. Todo se anticipó por parte de los autores del escenario del Cierre por Pasos (lockdowns). 

La idea de un mundo más controlado ganaría aceptación generalizada entre la población, los ciudadanos renunciarían voluntariamente a una parte de su libertad y de su privacidad a cambio de más seguridad y estabilidad. Los ciudadanos serían más tolerantes e incluso estarían dispuestos a ser supervisados y dirigidos desde arriba. Los líderes mundiales tendrían más libertad para reordenar la sociedad en la forma que dispusieran que esto llevaría a un pasaporte digital. Es algo que también ya tenían previsto.

En el año 2010 la Fundación Rockefeller no podía anticipar completamente el estado actual de la tecnología, pero incluso entonces predijeron que el aumento de la vigilancia llevaría a un carnet de "identidad digital para los ciudadanos". Actualmente, esto se está integrando en nuestros pasaportes. 

Llevaría 13 años para la ciudadanía —según la Fundación Rockefeller—, empezar a hartarse de la cantidad de control y las absurdas fantasías de poder de los gobernantes. Espero que se demuestre que la Fundación Rockefeller estaba equivocada en este asunto. Todas sus predicciones se han cumplido hasta ahora, pero tengo, de verdad, esperanza de que estén equivocados en este sentido. 

Espero que haya un momento en el que despertemos y nos demos cuenta de que estamos viviendo una psicosis colectiva; que el confinamiento de un país entero y la mitad del planeta durante un año y medio por culpa de una simple variedad de la gripe es demencial; que ir por la calle con estas estúpidas e inútiles mascarillas es de locos; que hemos aceptado estas inhumanas normas de distanciamiento social; que vemos cómo han destruido los comercios y nuestra vida social; que hemos desechado las medicinas que curan como la ivermectina, solo para dar a esas vacunas experimentales el estatus de vacuna aprobada con urgencia; que ahora divagamos sobre "cómo las infecciones están decreciendo" —como pasó exactamente el año pasado—, y como pasa exactamente cada año, y que esto pasará otra vez en el otoño, cuando las nuevas infecciones ocurran. Y ahora pretendemos que sucede por el COVID-19, mientras lo que conocemos como gripe ha desaparecido completamente. 

Pero todavía más importante, espero que nos demos cuenta de que con la histeria —con esta gripe china como pretexto—, se ha construido una completa infraestructura, una infraestructura que puede volver a usarse otra vez en cualquier momento debido a cualquier suceso: confinamiento, mascarillas, distanciamiento social, no más viajes, no más saludos con la mano, ridículos pinchazos experimentales... Esta fase del COVID ha sido un entrenamiento para hacernos más obedientes en el Parlamento, y el gobierno de Rutte han pasado este entrenamiento con nota. Felicidades. Klaus Schwab estaría orgulloso de ustedes. Los planes globalistas pueden llevarse a cabo, y el próximo paso hacia la vigilancia y el control total puede ser llevado a cabo.

—Thierry Baudet, diputado del Parlamento holandés; 2 de Junio, 2021.

Informe de la Fundación Rockefeller: