Tenemos una información muy importante, probablemente la más importante que haya escuchado a lo largo de todo este año y medio últimamente. 

El avance de la investigación acerca de la introducción del grafeno —no sólo por vía inoculada y a través de las mascarillas que, como ustedes saben, fueron retiradas a través de los test PCR—, nanopartículas de óxido de grafeno, nanotubos múltiples de óxido de grafeno, con las consecuencias que eso tiene dentro del cuerpo para volver a la gente magnética. Es una evidencia que no pueden negar. Pero esto va mucho más lejos y les voy a explicar. 

Recuerden ustedes que se nos dijo que el alcohol provocaba que la supuesta vacuna perdiese la eficacia, ¿verdad? Y recuerden también ustedes, aquellos estudios que sacaron diversos países que hablaban de que la nicotina, al parecer, tenía algún tipo de integración y estaban estudiándola porque había menos enfermedad del COVID-19 con la nicotina, ¿lo recuerdan? Con los fumadores habían menos contagios. Bueno, pues todo esto tiene su base científica en base al grafeno. 

Lo que le quiero decir perfectamente es que como no hay evidencia científica de secuenciación real del SARS-CoV-2, pues el Sars-CoV2 es es el grafeno, monoláminas de grafeno. El SARS-CoV-2 es el grafeno y el grafeno es el SARS-CoV-2. El grafeno es potente en aerosoles como el SARS-CoV-2. Con esto se ha hecho todo. Se hizo la enfermedad, se está haciendo, y se pretende un fin mucho más oscuro que ustedes ya saben.

Además, miren ustedes: ocurría que los enfermos de la COVID-19 precisamente presentaban inhibición de una enzima que se llama mieloperoxidasa. De acuerdo. Esto quiere decir es una enzima que actúa como neutrófila, es decir, lo que supuestamente hace es atrapar y englobar macrófagos (al SARS-CoV-2), pero realmente lo hace con el grafeno. La mieloperoxidasa es una enzima que lo que hace es biodegradar el grafeno. 

¿Cuáles son estos alteradores de la enzima mieloperoxidasa? 

Pues precisamente el alcohol (el etanol) degrada el grafeno. El etanol biodegrada el grafeno dentro del cuerpo porque aumenta la producción de mieloperoxidasa. La nicotina, aumenta la producción de mieloperoxidasa. Por lo tanto, también degrada el grafeno. 

Por eso esos estudios hacían relación en función de la enfermedad de moda (COVID-19) provocada por la inhalación o inoculación del grafeno, por varias vías. Es decir, lo hemos cazado literalmente. 

Importante: recuerden ustedes por qué la Junta de Andalucía, a través del SAS, les decía a ustedes que no se podía beber prácticamente, pues porque se perdía la eficacia de la vacuna. Recuerden ustedes por qué cerraban los bares a las 6 de la tarde. Recuerden ustedes por qué se prohibió fumar. Recuerden ustedes por qué se dice que después de la inoculación de la vacuna rusa Sputnik V, por ejemplo, no se puede tomar nada de alcohol durante los 56 primeros días. Pues, porque el alcohol biodegrada el grafeno. Es decir, lo hemos cazado, literalmente.

Ahora, sólo tenemos que demostrar esta noche —por supuesto, con artículos científicos— todo lo que les estoy diciendo. Todo y más de lo que les estoy diciendo. Ustedes van a encajar ya perfectamente todas las piezas. Y por supuesto, si alguien me está escuchando: no se inocule.

Sabemos cómo biodegradar el grafeno y sabemos cómo terminar con la enfermedad de moda y cómo terminar con el magnetismo de la población, que es exactamente lo mismo. 

Esta enfermedad se ha hecho contando con tres ejes principales: una tecnología externa que fue a la par de toda la plandemia: la tecnología 5G (pero también la 4G y la 4G Plus) enviando frecuencias al grafeno —que es el segundo eje introducido en la biología humana—, probablemente con la única opción de controlar conductual a la población y recoger los efectos electrofisiológicos neuronales cuando el grafeno se instala a nivel neuronal. 

Pero como siempre les suelo decir, no contaban con La Quinta Columna. No contaban con nuestras investigaciones. Los hemos cazado, literalmente. 

El grafeno ha sido inhalado no solo por aquellas mascarillas FFP2 —que instalaron en un principio y fueron retiradas. El grafeno, una vez inhalado, lo que provoca son neumonías bilaterales. Cuando está a nivel neuronal provoca neurodegeneración o neurodegenerativa en general. ¿Por qué? Porque lo que se hace cuando uno mide con un multímetro a las personas que están magnetizada tras la inoculación, es el el grafeno, el que va buscando magnetocitos —que son una célula neuronales que precisamente lo que hacen es el pensamiento—. El pensamiento son impulsos eléctricos y generan campos electromagnéticos. Los magnetocitos son células magnéticas que tenemos de forma natural en el tejido cerebral. No obstante, ahora están potenciadas por el superconductor del grafeno. Por lo tanto, reciben mucho mejor las señales y emiten señales. Las personas magnetizada o vacunadas (que es lo mismo) emiten y reciben una señal. El objetivo era controlar conductualmente a la población. 

Lo que se hace es emitir frecuencias, de forma que cuando hemos medido con un multímetro  —colocando los electrodos en la base occipital del cráneo—, observamos corrientes que oscilan entre los 180 mV, positivo y negativo de forma alterna. Cuando se hacen corrientes alternas —también vamos a presentar el estudio para que ustedes lo sepan—, lo que se hace es despolarizar bioeléctricamente la célula:se altera el potencial transmembrana. Lo que consigues es un barrido a nivel celular. Es decir, aparece el fenómeno de necrosis y apoptosis celular. La célula se suicida porque no encuentra el equilibrio dialéctico nunca. Se le está cambiando constantemente con corrientes alternas.

Este campo eléctrico variable es el que genera campos electromagnéticos variables. Por eso el imán en algunas zonas se adhiere y en otras al momento provoca repulsión. De acuerdo, todo esto en base a la observación, que es el método científico y no en base a los papers del ARNm o de la proteína Spike, que es otro cuento chino más. Entiéndanlo ustedes. 

Con eso, como digo, se consigue romper, primero a nivel neuronal y después a nivel tisular, todos los tejidos, y es la consecuencia de que con la inoculación haya personas que tengan pérdida de memoria, que tengan falta de recuerdos, que tengan un Alzheimer pronunciado —si ya lo tenían—, que pierdan la capacidad de memoria, de pensar fácilmente, que se comporten de forma rara y extraña: neurodegeneración en general. Y por eso se nos anuncia para el próximo mes un "tsunami cerebral" de delirios mentales, de trastornos bipolares, de fenómenos conductuales psicológicos anómalos, un tsunami cerebral en julio —en la versión oficial provocada por él coronavirus que nunca tuvimos secuenciado, evidentemente por el encendido global y simultáneo de esa tecnología 5G—. Algunos dirán: "No, la tecnología está encendida." Sí, está encendida, pero no la emisión de frecuencias que van a enviar para provocar esas alternancia de campos electromagnéticos variables. Esto es lo que no saben estos "listos" que tanto quieren hablar. 

Como digo, toda esta información la vamos a desmenuzar punto por punto en el directo nocturno de La Quinta Columna de hoy, probablemente el más interesante, puesto que hemos estado a la vanguardia del planeta en esta investigación, en esta pista, y hemos acabado definitivamente con la plandemia desde el punto de vista del origen; desde el punto de vista de lo que está sucediendo actualmente; y desde el punto de vista de lo que pretenden hacer. 

Todo el mundo a denunciar sus brazos magnéticos en los centros hospitalarios, a pedir explicaciones a la policía en los juzgados y paremos entre toda esa locura colectiva. 

Un abrazo a todos y nos vemos esta noche a las 22:30.

—Ricardo Delgado, La Quinta Columna

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—Orwellito.