Actualización (18/06): Traducción corregida por Susana Bueyo. ¡Muchas gracias por la colaboración! ;)

Estoy compartiendo urgentemente la siguiente hipótesis acerca de que las inyecciones experimentales de Covid-19 puedan estar dañando y matando con la esperanza de que pueda ser capaz de ayudar de algún modo a detener este intento de genocidio en masa.

No creo que esto sea un accidente y voy a explicar por qué.

Soy una doctora en Medicina del Reino Unido. Mi hipótesis es que las inyecciones experimentales de ARNm Covid-19 contienen una nanopartícula magnetizada unida al ARNm que atraviesa la barrera hematoencefálica y luego es atraída por el cerebro, particularmente por las estructuras de la línea media. Además, planteo la hipótesis de las dos cosas a disposición del ARNm magnetizado en el cerebro: efectos locales de temperatura por radiación de frecuencias electromagnéticas y redes artificiales como el hidrogel. Explicaré ahora por qué estoy proponiendo esta hipótesis.

Desde abril-mayo 2021, han surgido miles de informes alrededor del mundo acerca de personas que han sido inoculadas con las inyecciones experimentales de Pfizer BioNTech o Moderna, que se están encontrando ahora con que una zona específica donde fueron inyectados en el brazo se ha vuelto magnética. Hay un número de patrones emergentes que necesitan ser investigados urgentemente. Todos son patrones emergentes y todos, algunos o ninguno puede que sean de importancia. Personas que han recibido dos dosis de la inyección tiene mayor tendencia a magnetismo más fuerte que las personas que han recibido sólo una. Los efectos parecen ser extremadamente localizados  y más fuertes en algún punto en las primeras  semanas a un mes, pero puede que no sea el caso. El efecto es magnético,  más que metálico, a medida que el imán de neodimio parece que se da la vuelta si el polo equivocado está contra la piel y se pega cuando el polo correcto está contra la piel. 

Algunos pacientes pueden sentir esa atracción cuando el imán se pega. Algunos individuos, más comúnmente aquellos que recibieron dos dosis, son los suficientemente magnéticos como para que objetos metálicos se peguen a sus brazos y se queden ahí. 

He visto esto personalmente y entiendo que hay objetos tan grandes como cubiertos que se quedan pegados en algunos pacientes. 

El tipo corporal parece variar en cuanto a la facilidad con la que capta este magnetismo de la piel.  Parece más fuerte quizás en personas más musculares y delgadas, y en personas que tienen más grasa o tejidos adiposo en sus brazos es más débil, pero de nuevo son todos números pequeños.

Una posible correlación surgió también que tiene que ver con vacunaciones de la gripe previas, particularmente en el mismo año.

Llegados a este punto, es relevante señalar que ha habido un desprestigio generalizado  de este magnetismo por parte de las fuentes convencionales de noticias. Desde la BBC a Reuters, las personas afectadas por este fenómeno han sido sometidas a verificación y calificadas como farsantes. De hecho yo, hablándoles a ustedes ahora, podría ser calificada de alguna de estas maneras también.

Hay también que señalar que la lista de ingredientes no incluye ningún metal o partículas magnéticas. Sin embargo, esta nanotecnología magnética existe y extensos estudios en animales y células en vitro han tenido lugar en los últimos cinco o incluso quince años.

También,  información al momento de escribir y que es de dominio público muestra que tanto Pfizer BioNTech como Moderna utilizan una proteína spike S-2 durante su manufactura, de una compañía llamada AcroBioSystems. Y también muestran un diagrama del ARNm con una nanopartícula magnetizada en un extremo, que fue utilizado en el desarrollo de la vacuna Pfizer.

Así que parece, por esta información, que por algún medio esta propiedad magnética ha sido transferida al cuerpo durante el proceso de la inyección de ARNm. Posibles terapias para el cáncer que usan nanopartículas  magnéticas  mostraron un posible problema en el pasado por radicales libres.

Mi hipótesis es que el ARNm magnetizado está cruzando la barrera hematoencefálica y causando daño allí por una serie de razones.

Primero, revisando las bases pasivas de datos sobre el Yellow Card System, EUDRA Vigilance y VAERS, con respecto a las vacunas experimentales de Covid-19, cierto número de efectos secundarios son extremadamente comunes. Un ejemplo es la parálisis de Bell; ésto es cuando hay una parálisis del nervio facial y esto causa debilidad y caída de un lado de la cara. En el momento de leer esto, solamente en el Reino Unido en el Yellow Card System hay 597 casos de parálisis de Bell y 387 casos que fueron etiquetados como parálisis facial. Éstos son sólo los que se reportan. La mayoría de los sistemas pasivos sólo recogen entre el 1-10% del número real de efectos secundarios.

Es de señalar que muchos de los efectos secundarios de los que se ha informado después de las vacunas incluyen afectación de nervios craneales que emergen de las estructuras medias profundas del cerebro, en particular el tronco cerebral. O sea, desde el córtex cerebral,  el cerebro aquí hasta la médula espinal que sale, la parte en medio se llama tronco cerebral. Y de aquí emergen los doce pares de nervios craneales.

El primer par craneal, el olfatorio, si se daña afecta al olfato. 

El par craneal II, el óptico, si se daña afecta a la visión. 

El par craneal III, oculomotor, si se daña afecta a los párpados, iris y el cristalino, enfoque ocular, que es parte del  ojo. 

Par craneal IV o troclear, si se daña afecta a mirar abajo y hacia la nariz. 

Par craneal V o trigémino, si se daña afecta al tacto, dolor y sensación de temperatura en la cara, además de a la masticación. 

Par craneal VI o abducens, si se daña afecta a los movimientos oculares. 

Par craneal VII, como se ha mencionado es el nervio facial; si se daña afecta a la expresión facial, movimientos de los labios, sentido del gusto hacia la punta de la lengua, así como secreción de lágrimas y saliva. 

Par craneal VIII,  vestíbulo-coclear; si se daña se afecta el oído y el equilibrio. 

Par craneal IX, glosofaríngeo; si se daña afecta al sentido del gusto en la parte posterior de la lengua, reflejo nauseoso, deglución y algunos aspectos del habla. 

Par craneal X, el nervio vago; si se daña afecta a los músculos internos de los órganos, como  el corazón, pulmones e intestinos, y volveré sobre esto un poco más en un minuto. 

Par craneal XI, accesorio espinal; si se daña afecta a movimientos de dos grandes músculos del cuello: el trapecio y el esternocleidomastoideo. 

Par craneal XII, hipogloso; si se daña afecta movimientos del habla de la lengua y deglución. 

Los pares  6,7, 9, 10 y 12 se originan muy próximos entre ellos en el tronco cerebral, con seis entre la parte alta de la médula espinal y el cerebro propiamente, como he dicho.

Me gustaría destacar algo con un poco más de detalle sobre el nervio vago, el par X, ya que tiene funciones complejas de largo alcance. Su daño puede causar perturbaciones emocionales, incluyendo ansiedad y depresión; dificultad para respirar y tragar; cambios en la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea, incluyendo desmayo y síncope. El daño puede afectar también a la digestión, con capacidad retardada para digerir la comida, vómitos, náuseas, acidez y pérdida o ganancia de peso; hormigueo en las extremidades, como dedos de las manos y de los pies. 

Esto me lleva a mi hipótesis de que radiación de bajo nivel de frecuencias electromagnéticas pueda ser dirigida hacia donde se produce este daño. A pesar de que la importancia del  pequeño incremento de temperatura que tiene lugar en el interior del cerebro por el uso del teléfono móvil y otros dispositivos móviles ha sido debatido —hay acuerdo de que hay un pequeño incremento de temperatura dentro del cerebro con el uso de dispositivos móviles—; muchos factores afectarán la importancia de esta exposición, desde el grosor del cráneo al grado de desarrollo del cerebro. Así que los niños y los ancianos pueden estar en mayor riesgo.

Los efectos de las radiaciones E.M. no están sólo limitados al calor. Hay estudios en animales y en células que observan  cambios en los canales iónicos, desmielinización y autofagia también.

La radiación E.M.. ha sido catalogada como un posible carcinógeno desde 2011 por la IARC, que es la agencia internacional de investigación sobre el cáncer elegida por la OMS.

Cuando los dispositivos móviles se conectan a los oídos, sea remotamente con Bluetooth o con cables eléctricos, esta radiación va directamente de un oído al otro y el punto de encuentro entre estos dos oídos, o conductos auditivos externos, es realmente parte de ese tronco cerebral. La parte que está exactamente en medio es el ponte (puente troncoencefálico) y de él parte el troncoencéfalo. Que es de donde parte el 7º nervio craneal, el nervio facial. Podría ser que este nervio y los otros nervios craneales estén siendo dañados en su origen por las radiaciones E.M. interfiriendo con las nanopartículas magnéticas. Esta es mi hipótesis. No lo afirmo como un hecho, pero debo exponer esta hipótesis.

De cierta preocupación es la evidencia emergente de que los hisopos Covid-19, tanto PCR tests de fluido lateral pueden estar contaminados, posiblemente con hidrogel. Si esto es así, cuando estos hisopos son introducidos profundamente en la nasofaringe de alguien, lo suficiente para causar trauma superficial en muchos casos, este hidrogel es atraído por estos campos magnéticos y eléctricos. La propia glándula sensora magnética del cuerpo, la glándula pineal, está también profundamente en el cerebro. Y podría ser que la combinación de hidrogel, radiación electromagnética y ARNm magnetizado es un trío mortal que lleva a que profundas estructuras cerebrales sean destruidas.

Las propiedades del hidrogel magnético también están siendo investigadas y lo han sido por un tiempo. No es nueva tecnología.

Esto son sólo hipótesis, pero son extremadamente preocupantes.

Con el avance adicional del programa de vacunación Covid-19  en todo el mundo, incluyendo ahora a los niños, que tiene un riesgo tan bajo de SARS-COV- 2  comparado con los adultos, ¿cómo podemos permitir ninguna inyección más sin investigar completamente este asunto? ¡Ahora se trata también de los niños! 

SARS-COV-2  ha sido artificialmente creado al parecer, por los argumentos más fuertes hechos científicamente. Esto lo convierte en un arma biológica. Sea como sea que fue puesto en circulación, accidentalmente o deliberadamente, algo que es hecho por el hombre y que causa daño sigue siendo un arma biológica. ¿Cómo podemos entonces confiar en que una industria farmacéutica internacional, que ha estado involucrada en el modo que sea en la creación del arma biológica, proponga entonces la cura? No podemos ser cegados por no poder imaginar que haya gente que quiera dañar a otros.  Un número muy pequeño de personas lo hace,  y un número aún mayor de personas permiten y facilitan que ese daño se produzca, porque no pueden enfrentar la posibilidad de que otros puedan causar daño y así también ellos se convierten en dañinos.

Por favor, consideren esta hipótesis y esta serie de hipótesis.

—Orwellito