Ricardo Delgado: Como dicen por aquí: es una invasión en toda regla, una invasión hacia nuestros pensamientos, hacia todo. Es decir, es el control absoluto de toda la raza humana en tiempo y en espacio a través de una inteligencia artificial o a través de lo que sea.

Dr. José Luis Sevillano: Acostumbraos a la expresión "parasitación de la humanidad". Acostumbraos a ese término porque es exactamente lo que ya estamos viviendo en sus primeros estadios. Y dentro de nada, ese parásito ya estará anclado suficientemente en el cuerpo de la humanidad para que no te puedas deshacer de él. 

Así que tenemos muy poco tiempo. Denunciad donde podáis compartir todo este tema del magnetismo, porque eso abre conciencias y paraliza todo esto. Por favor, haceros un favor, porque esta gente no tiene piedad de nosotros, no quieren nada bueno cuando no te escuchan y dices que tiene magnetismo o algo parecido; cuando hay trombos y no quieren oír nada, te vuelven a poner la vacuna en marcha; cuando están vacunando, cuando saben que no sirve de nada, te lo están diciendo, además. 

Eso quiere decir que no tienen en cuenta lo que tú cuentas, lo que tú vives o lo que tú haces. No te tienen en cuenta. Eres simplemente un objetivo, una diana, una pieza de ese cuerpo social, de ese sistema nervioso social. Eres solamente un elemento: lo que tú pienses de ellos no les interesa. Así que antes de que puedan hacer con nosotros exactamente todo lo que quieran, hay que reivindicar nuestra libertad de dominar nuestras vidas y empezar a quejarse ya mismo y exigir explicaciones de lo que está sucediendo. 

Por favor, hacedme caso, que si no, no tenemos futuro, no tendremos futuro. Seremos simplemente una entidad parasitada por una gente que no sabemos ni dónde está ni lo que quiere de nosotros y que va a gobernar nuestras vidas, las de todo el planeta. Aunque os suene esto de película de ciencia ficción es exactamente lo que nos están diciendo en sus presentaciones los presidentes de gobierno.

Ricardo Delgado: Exactamente. Para parasitar nuestras vidas y ya todo el futuro de la de la propia raza, porque si ponen en la cartilla del niño sano nada más nacer, le ponen ya directamente el grafeno, ya saben ustedes lo que hay. Ya se pierde todo tipo de identidad humana.  

(...)Hemos visto también una página de un proyecto que se llama Iniciativa NeuroRights. Aquí hablan de la defensa de los otra vez de los neuroderechos. Esto está en la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York. Aquí listan cinco neuroderechos. Es el juramento tecnocrático. 

Se ve que han ido avanzando desde el punto de vista legal, pero no hay protección ni hay nada desde el momento en que te invaden (con la inyección con óxido de grafeno). Hitos de la neuroprotección en Chile. Y miren quién está aquí, al lado de nuestro amigo Sebastián Piñera está el científico español Rafael Yuste que estuvimos viendo antes de ayer.

Esta página habla de la enmienda de la Constitución de Chile, del proyecto de Ley de neuroprotección y juramento tecnocrático. Yo no sé quién se ha enterado de esto. Bueno, nosotros desde luego sí, pero el pueblo llano, yo les digo que no. 

También habla de neuroprotección en España. Aquí tienen ustedes al presidente Sánchez, a la ministra de inteligencia artificial y demás. Aquí incluso hay documentos legales para para descargar. 

(...) Pero quiero decir con todo esto es que mientras que el virus ha sido la cortina de humo —porque es lo que ha sido: una cortina de humo, al igual que la proteína Spike y el ARNm—, ellos han seguido avanzando en su tiempo con su agenda, que es la implementación de la tecnología 5G y la nanotecnología adyuvada de óxido de grafeno introducida en vacuna y seguramente en otras vías, probablemente a través de la inhalación, pues también eso se está llevando a cabo.

Dr. José Luis Sevillano: En paralelo estaba el planeta al borde del caos con el tema de la de los confinamiento, restricciones, etcétera, y fijaos en qué derechos se está fijando esta gente mientras que el mundo está sometido a confinamiento, pérdida de derechos, de libertades. O sea, en lugar de debatir qué derechos tienen los Estados de hacer eso con sus ciudadanos ante una crisis sanitaria. Eso sería motivo de debate, creo yo, ¿no? ¿Y en qué foros está esta gente perdiendo tiempo? En los neuroderechos. 

Ya digo, ya, por favor, despertad de una puta vez porque vamos todos cabeza al desastre ya mismo. Te lo están diciendo en tu misma cara, que no les interesa si cierras tu comercio o si te arruinas. Todos esos países donde la gente vive día a día, los dejaban en sus casas y no les dejaban salir a la calle para ganarse la vida y a nadie le importaba. "No es que hay un virus en el aire", y que al mismo tiempo te decían que las cifras no correspondían con aquello que estaban haciendo. ¿Y los derechos de la gente? ¿Y la capacidad de los estados que restringir su capacidad de ganarse la vida con todos los daños que se estaban causando, que eran superiores largamente a lo que estaba haciendo este supuesto virus? 

No había debates de esta naturaleza en ningún sitio, pero sí había tiempo para hacer debates sobre neuroderechos, ¿verdad? Por favor, haced posible porque si no, no merecerá la pena vivir en este mundo, ya no merece la pena viendo el panorama como está. Pero siguen dando pasos y ligando con ese hilo de seda en torno al cuello, la cara, la cabeza, hasta que ya dominen toda tu existencia, no se qué vida nos espera. 

Poner ya mismo manos a la obra y denunciad, porque cada vez que denunciáis eso y paralizáis al cuerpo médico, le estáis cortando las patas a la araña y estáis cortando la tela que nos está tendiendo alrededor del cuello.

Punto #3: A exigir explicaciones

Ricardo Delgado: Es el mismo mecanismo de actuación en todas partes. La prensa silencia, todos los medios comprados. Evidentemente, como hemos visto además a lo largo de toda la pandemia. Y nadie, ningún tipo de autoridad sanitaria da ningún tipo de respuesta. ¿Podemos confiar en estas personas?

Dr. José Luis Sevillano: Evidentemente que no. Está más claro que el agua. Es triste darse cuenta, de todas estas cosas duele y empiezas a ver el mundo de una manera que es. Pero bueno, vamos. Tenemos un reto ahora mismo, es un reto. Es una cuestión de supervivencia. Una cuestión de supervivencia, y todo empieza con que teníamos que haberle preguntado a las autoridades por qué tienen que vacunar a todo el mundo cuando la vacuna no va a evitar que se siga difundiendo la enfermedad. 

Pero como no paramos desde el principio esto, de que no nos dan nunca explicaciones, entonces no hay debates, no hay posibilidad de preguntar nada a nadie. Estamos siendo arrastrados todos y en algún momento se tiene esto que parar. La gente más despierta —porque lo vive—, se ha dado cuenta hace tiempo, pero ahora sois vosotros, los que estabais confiando en toda esta gente y ibais a llegar hasta el punto de que os habéis dejado vacunar. Los que ya sabemos de qué va, seguimos sin ser vacunados. Toco madera hasta que venga alguna pistola a por mí. 

Los que se han vacunado tienen una prueba de que han confiado en ellos, ¿verdad? Pues ahora lleváis un brazo magnético, ¿y ahora qué hacéis? ¿Vais a seguir confiando en esta gente? ¿Vais a seguir confiando? ¿Y toda esa gente que no se ha vacunado y que está magnetizada o pseudo-magnetizada vais a confiar en alguien que estaba apurando a gente que les deja la misma traza que tienes tú en tu cuerpo? ¿Vais a seguir confiando en esa gente? No podemos confiar en esa gente. No podemos. 

Tú no irías a comprar a una tienda que te han estafado; no irías a un médico que te ha tratado mal; no irías a comprar un periódico que resulta que tiene todas las páginas en blanco. Si te estafan, no vuelves. Pues eso es lo que le pasa a esta gente. 

Confianza cero a partir de ya mismo y a exigir explicaciones para que dejen de vacunar y estafar a otros. Ese es el trabajo. Ese es el trabajo importante ahora mismo, independientemente que aquí nosotros tengamos una visión que parecerá muy extraña, muy de película y de locos conspiranóicos como nos han llamado, pero resulta que nuestra locura conspiranóica nos lleva a interpretar todos los fenómenos sociales de los últimos meses, del último año y medio o dos años. Tenemos la explicación de todo lo que está sucediendo y todo encaja. ¿Seremos locos conspiranóicos? Nuestra visión de las cosas parece de película de terror, pero es lo que estamos viendo. 

Nosotros no nos dejamos distraer a nivel de microscopio, tenemos la mirada fija en nuestra realidad: la que vemos por nuestros ojos, y estamos viendo gente vacunada que no era necesario vacunar y que ahora tiene sus brazos magnéticos, y gente que está desplegando una red de tecnología demasiado densa, demasiado completa para darnos un servicio; y además, estamos descubriendo por vía artículos científicos que hay toda una tecnología que hace que esas antenas y tú tengan un elemento en común: el grafeno, y que el grafeno pudiera ir en esa vacuna. 

Luego, aunque sea una historia de locos, hay que pedir explicaciones solamente por el hecho de que tienes el brazo magnetizado, no porque pudieran estar intentando parasitar a la humanidad entera, sino porque tu brazo es magnético. Y si lo es, hay que pedirle explicaciones. En el mejor de los casos, pues bueno, van a parar la vacunación, pero a lo mejor vamos más allá y paramos todo el plan. Les frenamos con el plan y de eso se trata. 

Primero, a ejercer nuestro derecho a pedir explicaciones por esos efectos que nadie nos dijo que estaban y que iban a producirse. Y luego, si es posible, parar todo el plan. Pero no podemos parar todo el plan si no empezamos quejándonos de esos brazos magnéticos.

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